El gigante alemán, Bayern de Múnich, elimino al Barcelona con un contundente 8-2 en los cuartos de final de la Champions League. Un resultado fuera de lo normal, aún conociendo las grandes facultades que tiene el Bayern y con una ofensiva liderada por Lewandowski no es fácil marcarle una diferencia tan amplia a los culés.
Las acciones comenzaron rápido en el encuentro, al minuto cinco, llegaría el primero a través de Müller quien suma ya 46 goles en su paso por la competición europea. La alegría no duraría mucho y un desafortunado autogol de Alaba hacia la ilusión de que el partido sería mas cerrado de lo que termino siendo.
El Bayern manejó el resto de partido y no soltó el timón del mismo hasta el pitazo final, al 21’ Perisic y al 27’ Gnabry daban una clara ventaja de 3-1 y ya era alarmante lo que le sucedía al Barcelona dentro del campo. Y al 31’ de nuevo Müller, un 4-1 contundente de un equipo alemán que juega un fútbol excelso, con un medio campo dinámico y preciso.
Llegaría Suarez al 57’ para acortar distancias, el Barcelona parecía querer reaccionar, pero, de nuevo la mano al cuello apretó y al 63’ Kimmich coronando una brillante actuación individual hace el quinto para lo que ya parecía un duelo surrealista para los blaugranas.
Lewandowski no podía estar ausente en el marcador y al 82’ hace un 6-2 alarmante, sin embargo, ver a Coutinho entrar al campo fue un presagio de que la ley del ex siempre se cumple y esta ocasión no iba a ser diferente. En dos ocasiones definió el brasileño, al 85’ y al 89’ para cerrar una realidad más increíble que cualquier sueño.