Una actuación fenomenal del brasileño Bruno Guimaraes le da la victoria al Newcastle, y aleja al Arsenal de la posibilidad de volver a Champions después de 6 años.
Este partido era una final para los Gunners de Arteta, que desde el primer minuto se vieron las intenciones de las Magpies que querían la victoria y dominaron el encuentro de principio a fin.
La primera mitad terminó con los de amarillo (esta vez) pidiendo la hora y con la lesión de Tomiyasu, que si el encuentro ya estaba complicado, esto lo pondría más difícil aún. El portugués Cedric entraría por el japonés antes de finalizar el primer tiempo.
EL segundo tiempo, el portugués recordaría las pesadillas del encuentro pasado, Soares volvería a cometer errores que pondría en peligro a los Gunners. En una jugada donde lo presionaría Callum Wilson, terminaría perdiendo el balón y con la jugada en autogol por parte del británico Ben White.
Arteta recurriría a toda la artillería para remontar el partido, contando con Martinelli, Lacazette y Pépé, que entrarían por Gabriel, Tavares y Smith-Rowe. Con todo el equipo atacando y buscando el descuento, quedarían indefensos en la parte de atrás. Los de Arteta no pudieron descontar aún con todos en el ataque, no tenían ideas, no tenían ningún plan, eso les pasaría factura. La estrella del partido no podría irse sin anotar y con una jugada donde le quedaría el rebote tras otra salvada de Ramsdale, el brasileño no dudaría en disparar a meta marcando su gol y cerrando una noche de ensueño para los Magpies y una noche de pesadilla para los Gunners.