Al parecer no hay nada que pare a Lewis Hamilton, ni siquiera un pinchazo en la última vuelta. Y desde luego, en Silverstone fue lo que sucedió, pues el piloto británico fue el último de los tres pilotos que sufrieron este desafortunado desenlace, pero pudo gestionarlo para acabar en lo más alto del podio.
Todo comenzó cuando Daniil Kvyat sufrió un accidente que provocó la entrada del coche de seguridad en pista por segunda vez en la carrera. Eso animó a todos los pilotos a entrar en boxes para colocar el neumático duro e intentar llegar hasta el final sin más paradas.
Al final de la carrera, Valtteri se desahogó ante la prensa. Si a un lado del garaje de la escuderia de Mercedes la diosa fortuna sonrió a Hamilton, que ganó con otro neumático pinchado, en el suyo la diosa estaba con los ojos vendados, dándole la espalda.
“Estoy realmente decepcionado. Tuve mucha mala suerte. Fue desafortunado incluso el lugar donde sufrí el pinchazo, porque me obligó a dar una vuelta completa antes de volver a boxes”, reconoció.