La jornada del lunes en la Premier League nos dejó un vibrante partido, entre un Arsenal que ha venido de menos a más gracias al trabajo de Arteta y el Crystal Palace que siempre resulta incómodo y más aun de local.
En el amanecer del partido el Crystal Palace mantuvo la presión sobre la salida del Arsenal. Durante los primeros quince minutos se vio un equipo dominante, producto de ello un balón parado al 16’ ejecutado por Conor Gallagher llegaría luego de un doble cabezazo en el área el primer gol obra de Jean-Philipe Mateta.
Los locales gradualmente fueron tomando el mando en todo aspecto del juego y minutos después (23’) llegaría el segundo gol del Crsytal Palace luego de un saque de banda mal ejecutado por el Arsenal lo cual no desaprovecharía Jordan Ayew. Y así con un marcador de 2-0 concluía el primer tiempo.
En los segundos 45 minutos vimos al Arsenal dominar el partido con Martinelli ya en la cancha. Fue haciéndose del balón, buscó con centros al área, algunos balones filtrados e incluso disparos de larga distancia, sin embargo, la defensa del Crystal Palace parecía no inmutarse ganando cada duelo tenido con los delanteros de los gunners. Los de rojo y blanco no pudieron conectarse, encareciendo el juego del medio campo y produciendo pocas o nulas jugadas de peligro, un equipo cansado y sin orientación, totalmente distante de lo que venía presentando, opacado por el excelente papel de Gallagher.
Cambios como Nketiah para tener más jugadores en ataque y Lokonga entrando por Partey que salió lesionado, no pudieron hacer un cambio en el equipo.
El Arsenal tuvo oportunidades pérdidas con remates de Smith Rowe y un tiro desviado de Odegaard fueron las más claras para el club.
Aún con esos remates y dominando un poco el partido, el Arsenal no pudo concretar nada en ataque, situación que Zaha no desaprovecharía para sentenciar el 3-0 final desde el punto penal.
